La complicidad y la ternura fueron unos de los sellos que la ilustradora y escritora Asun Balzola imprimió en sus obras. Nacida en Bilbao en 1942, esta mujer, obstinada por vivir, nos dejó un gran legado en el mundo de las artes plásticas y la literatura.
Asun Balzola estudió dibujo y pintura en los años 60 en la Academia de Bellas
Artes de San Fernando en Madrid, tras sufrir un grave accidente de tráfico. En 1967 se trasladó a vivir a Italia y en 1976, ya de regreso a España, se dedicó por completo a escribir y dibujar.
Artes de San Fernando en Madrid, tras sufrir un grave accidente de tráfico. En 1967 se trasladó a vivir a Italia y en 1976, ya de regreso a España, se dedicó por completo a escribir y dibujar.
Aunque la mayor parte de su producción bibliográfica se dirige a niños y jóvenes, en 1998 realizó Txoriburu, su primer libro para adultos, y también fue autora del diseño gráfico de libros, carteles, folletos, calendarios y tarjetas.
Su pasión por la vida se reflejó en su obra, que rápidamente obtuvo un gran éxito que se mostró en muchos trabajos que realizó tanto para editoriales españolas, como europeas y estadounidenses.
Su pasión por la vida se reflejó en su obra, que rápidamente obtuvo un gran éxito que se mostró en muchos trabajos que realizó tanto para editoriales españolas, como europeas y estadounidenses.
Su excelente aportación a las artes plásticas se vio recompensada con reconocimientos tan importantes como los premios Golden Apple de Bratislava, Premio Nacional de Ilustración; Premio de la Generalitat de Catalunya, Premio Euskadi y premio Apel•les Mestres, entre otros. En 1998 la Asociación Profesional de Ilustradores de Catalunya, le otorgó el premio L’Il•lustrad’Or como galardón a toda su trayectoria profesional.
Asun Balzola no sólo fue una persona comprometida con la vida, si no también comprometida con la profesión. Fue la primera presidenta de la Asociación de Ilustradores de Madrid, y más tarde repitió el cargo conjuntamente con Forges.
Entre su bibliografía más representativa encontramos Cancionero intantil universal que obtuvo el premio Lazarillo; Historia de un erizo, Premio Nacional de Ilustración; y la colección de Munia que obtuvo varios premios.
Asun Balzola, decía que de pequeña quería ser pirata. No fue una pirata a la antigua usanza, pero si que consiguió recrear ese mundo destinado a la imaginación en el que se encuentran no sólo piratas y otros personajes, si no el profundo coraje que esta excelente ilustradora nos transmitió a lo largo de su vida y obra.
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