Un día, en 1998, decidí meter mis dibujos preferidos en una carpeta y salir a polinizar con ellos tres o cuatro editoriales cercanas para ver si, con algo de suerte, podía emplear dibujando el ‘tiempo de trabajo’ que me correspondía; ahí había una buena posibilidad de no abandonar y perder, o de fomentar y ampliar algo más ese valioso espacio en el que revolotean cuentos, relatos, poemas, y demás preguntas y respuestas formalizados de diversas maneras; por ejemplo: en dibujos.
Óscar Villán nace en Valladolid en 1972.
Es Técnico de carpintería y Licenciado en Bellas Artes, en la especialidad de pintura, por la Universidad de Vigo. Se dedica a la ilustración de libros infantiles y a la pintura. Durante un tiempo colaboró con el Departamento de Educación del Centro Galego de Arte Contemporáneo en programas de creación artística para niños.
Ha realizado ilustraciones para las revistas Fadamorgana, CLIJ, El Ciervo, etc.
En 1999 fue galardonado con el Premio Nacional de Ilustración.
“Para mí la ilustración es poesía, si entendemos la poesía como un amplio lugar en el que nos dedicamos a destilar el mundo, a estudiarlo sensiblemente... Esto se puede hacer con palabras, con imágenes, con sonidos, o con una combinación de estos u otros elementos, o pensando”.
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