viernes, 28 de junio de 2013

MAURICE SENDAK





"El libro ilustrado es mi campo de batalla. Es donde yo me expreso. Es donde yo consolido mis poderes y los uno en lo que, espero, es una forma legítima y viable, significativa para otros y no solo para mí.
Es donde trabajo. Es donde vuelco esas fantasías que han estado conmigo toda mi vida y donde les doy una FORMA que significa algo. Yo vivo dentro del libro ilustrado: es ahí donde libro mis batallas y donde espero ganar mis guerras."
Maurice Sendak Maurice Sendak nació el 10 de junio de 1928 en Brooklyn, Nueva York. Sus padres Philip y Sara, eran inmigrantes polacos de origen judío.
"Mi infancia estuvo coloreada por las memorias de la vida de aldea que mis padres inmigrantes nos transmitieron a nosotros. Para mí, se trataba de otra realidad convincente. Por un lado, vivía cómodamente en este viejo mundo que les pertenecía a ellos (…) Por otro lado, estuve bombardeado por las intoxicantes imágenes de 'América' en una época convulsionada: los años 30 (…) Dos imágenes representan esta época para mí; una foto de mi abuelo, barbudo y severo, a quien nunca conocí. Hasta el día de hoy, esta imagen me persigue. Como niño, pensé que era la imagen exacta de Dios. La segunda es Mickey Mouse (…) De niño tuve una vida de fantasía compuesta de imágenes sobrepuestas. Era típico de aquellas primeras generaciones de niños en los Estados Unidos, particularmente en una tierra llamada Brooklyn, un barrio regulado y ordenado, sembrado todo de árboles en hileras, y separado sólo por un río de la tierra mágica por excelencia: la ciudad de Nueva York. Un lugar raras veces visitado, pero que siempre estaba presente en nuestros sueños (…) Para mí, la niñez era la vida de Shtetel transplantada. Brooklyn coloreada con reverberaciones del viejo mundo y de Walt Disney, más el ocasional viaje a Nueva York, la ciudad con un número increíbles de ventanas, que representaba a América."

Después del bachillerato estudió pintura al óleo, composición y dibujo durante dos años en la Art Students League de Nueva York, al tiempo que trabajaba como diseñador de vitrinas de almacenes. Consiguió su primer trabajo como ilustrador para All-American Comics; en 1951 se inicio como ilustrador de libros para niños cuando fue contratado por la editorial Harper and Brothers para ilustrar el libro The Wonderful Farm, escrito por Marcel Aymé. En 1952 ilustró A Hole is to Dig: A First Book of First Definitions de Ruth Krauss, libro con el que comenzó a ganar reputación como ilustrador.
Kenny's Window, publicado en 1956, fue su primer libro como autor del texto y las ilustraciones. La serie de Osito de Else Holmelund Minarik, compuesta por varios títulos que tienen a Osito, su familia y amigos por protagonistas, da cuenta del excelente trabajo de Sendak como intérprete a través de sus ilustraciones. En una entrevista Sendak señala respecto a las funciones de la ilustración en un libro:
"Puede ser una mera decoración o una expansión del texto. Es la versión del texto hecha por el ilustrador, es su propia interpretación. Es la razón por la cual uno es socio activo en el libro y no un mero eco del autor. Ser ilustrador es ser participante, es ser alguien que tiene la misma importancia, al expresarse, que el autor del libro, y, ocasionalmente, más importancia que éste, pero ciertamente nunca es ser el eco del escritor."
En 1958 publicó como autor del texto y las ilustraciones El letrero secreto de Rosie, libro que en 1975 fue llevado a la televisión.
Fue con Donde viven los monstruos (Where the Wild Things Are), obra publicada por primera vez en 1963, con la que Sendak adquirió renombre dentro del campo de los libros para niños. En el año de su primera edición fue elegido por The New York Times Book Review como uno de los mejores libros ilustrados de la época. Ganador en 1964 de la medalla Caldecott, traducido a numerosos idiomas, este libro, según señala la crítica, significó una revolución dentro del ámbito de los libros ilustrados para niños al mismo tiempo que dio a lugar a duras críticas por parte de padres y pedagogos en el momento de su publicación. Muchos adultos consideraron que los monstruos de Sendak podían asustar a los pequeños. Resulta interesante conocer la opinión del autor al respecto:
"Los niños, me consta, desgastan los ejemplares en las bibliotecas y los releen constantemente en sus casas. Algunos me han enviado dibujos de sus propios monstruos, que hacen de los míos ositos de peluche. Todavía no he tenido noticia de ningún niño al que le haya asustado el libro."
Y luego agrega en relación con los adultos que cuestionaban su obra: "Son personas que tienden a sentimentalizar la infancia, a ser sobreprotectores y a pensar que los libros para niños han de amoldar y conformar la mente a los modelos aceptados de comportamiento, logrando niños sanos, virtuosos, sabios y felices."
Donde viven los monstruos es el primer libro de una trilogía que incluye La cocina de noche (In the Night Kitchen, 1970) y Outside Over There (1981).

La cocina de noche, premiada con el Caldecott Honor Book en 1971, llegó también a escandalizar a algunos adultos, especialmente por la desnudez del protagonista en muchas de las ilustraciones.
El paisaje sobre el que Mickey, el protagonista, realiza su vuelo nocturno es una ciudad-cocina fantástica de edificios plagados de ventanas y letreros. Un onírico homenaje a la ciudad de Nueva York, construida con cajas, botellas y latas, y habitada por tres cocineros con la figura repetida del actor Oliver Hardy.
Respecto al destinatario directo de sus libros: el público infantil, Sendak opina con humorismo:
"A pesar de que cuando escribo no tengo a los niños presentes en mi mente, descubrí hace tiempo que ellos son la mejor audiencia. Ciertamente, son los mejores críticos. Son más cándidos y van más directamente al grano que los críticos profesionales. Pero cuando los niños aman tu libro, dicen: 'Me encanta su libro'. O si no, es: 'Querido Sr. Sendak: odio su libro. Espero que se muera pronto. Cordialmente.'"
En relación con su obra más famosa: Donde viven los monstruos, y el papel de la fantasía en la escritura y el arte en general, Sendak señala:
"La fantasía es algo que ocupa la vida de los niños. Creo que no hay ninguna parte de nuestras vidas infantiles o adultas, en la cual no estemos fantaseando. Pero preferimos relegar la fantasía a los niños, como si fuera una tontería apta sólo para las mentes inmaduras de los pequeños. Los niños viven dentro de la fantasía y en la realidad, de una manera que ya no podemos recordar. Tienen un sentido preciso de la lógica de lo ilógico, y pasan con facilidad de una esfera a otra. La fantasía es la esencia de toda escritura para niños, como creo que lo es para la escritura de cualquier tipo de libro, para cualquier acto creativo, y tal vez también, para el acto de vivir."
La historia de Outside Over There, el último libro de la trilogía, se vincula con uno de los acontecimientos más traumáticos de la infancia de Sendak: el secuestro del bebé Lindbergh en 1932 . "En los cuentos de hadas y fantasía reconstruimos los peores momentos de nuestra infancia. Outside Over There supuso mi exorcismo del caso Lindbergh. En el libro yo soy el niño Lindbergh y mi hermana me salva. Es como traer a la vida a Charles Lindbergh." Sendak comentó el vínculo que este libro posee con la obra de Mozart, "el artista más grande de todos", en palabras del ilustrador. "Para darme coraje mientras trabajaba en este libro, escuché su música todo el tiempo. Construí una relación íntima con él (…) Mozart es una guía para mí."

Su obra incluye —además de aquellos libros en los que ha sido autor integral de la obra— la ilustración de textos de los Hermanos Grimm, como es el caso de El enebro y otros cuentos de Grimm , publicado en 1973, tras dos años de trabajo junto a Lore Segal. Su versión en español, quince años más tarde, conservó la excelente presentación de la edición original, de cuyo diseño fue autor el propio Sendak.
"Los cuentos de hadas de Grimm —señala Sendak— no son, obviamente, un material para libro ilustrado, pero ellos permiten ilustraciones interpretativas. Las ilustraciones tienen tanto que decir como el texto, el truco es decir la misma cosa pero en diversa forma. No es bueno ser un ilustrador que dice mucho de lo que hay en su mente, si esto no tiene nada que ver con el texto. Sin embargo, decir la misma cosa que el relato pero en una forma muy personal, enriquece el sentido del cuento original, contribuye a dar dimensión al relato."
Las frecuentes controversias ocasionadas por sus libros dentro de un sector del público adulto, llevaron a Sendak a reflexionar respecto a la lectura que los adultos suelen realizar de los libros infantiles. Así cuando en una entrevista se le pregunta acerca del modo en que los críticos debieran apreciar las ilustraciones de los libros para niños Sendak responde:
"Pienso que cuando las personas están reseñando nuestros libros ocurre una colisión inevitable con los prejuicios concernientes a los niños.
Hay toda una teoría relativa a la infancia de la cual todos parten y cuando se trata de un libro ilustrado, tratan de descubrir si se han seguido las 'reglas' acerca de lo que se supone es correcto y saludable para los niños. Esto entra en conflicto, todo el tiempo, con esas cosas que son misteriosas. Los niños no necesitan de un enfoque pedante de los libros. Los niños son mucho más universales en sus gustos y pueden tolerar ambigüedades, peculiaridades y cosas ilógicas. Llegan a su inconsciente y las enfrentan lo mejor que pueden.
La ansiedad proviene de los adultos que sienten que el libro debe acatar un conjunto ritual de ideas acerca de la infancia, y se sienten inquietos si este acatamiento no se cumple. Un conflicto muy importante se suscita porque el artista no tiene en cuenta reglas específicas. El artista tiene que ser un poquito desconcertante, un poquito salvaje y un poquito desordenado. Este es el arte de un artista. Pero los artistas tienen dificultades porque se involucran en uno de los negocios más estirados, más rectos: el negocio de la infancia.
Muchas personas están empeñadas en proteger a los niños de lo que creen peligroso. El artista genuino tiene la misma preocupación. A pesar de esto su obra puede no responder a lo que los especialistas manifiestan que es correcto para los niños. El artista pone elementos en su obra que vienen de lo más profundo de sí mismo. Los toma de una vena peculiar de su infancia, siempre abierta y viva. Este es un don especial. Él comprende que los niños saben más de lo que la gente supone. Los niños están dispuestos a enfrentarse con temas dudosos que los adultos quisieran que no conocieran.
Si un libro no sigue el trayecto de lo que el especialista considera correcto, es un mal libro para niños. De manera que los que hacemos libros ilustrados somos condenados más fácilmente que otros artistas creadores porque tratamos con sujetos tan delicados: los niños. Nosotros debemos proteger a los niños y sin embargo no están protegidos de otras cosas. No están protegidos de la terrible televisión. Nadie los protege de la vida porque es imposible hacerlo. Todo lo que tratamos de hacer seriamente es hablarles acerca de la vida. ¿Qué hay de malo en esto? Y, de todas maneras, ya saben de la vida."Pero Sendak no sólo se dedicó a la ilustración de libros infantiles, posiblemente su gran afición por la música lo ha llevado a ser escenográfo de ópera y ballet. Participó de la realización de El Cascanueces (1983) de E.T.A. Hoffmann y Tchaikovsky; La flauta mágica (1981) de Mozart; El amor de las tres naranjas de Prokófiev (1984); Hansel y Gretel (1997) de Grimm y Engelbert Humperdinck.
Sendak participó en el guión y las letras de las canciones de la animación televisiva Really Rosie (1975), la cual tiene por protagonista a la niña de su libro El letrero secreto de Rosie y en la adaptación teatral de Donde viven los monstruos (1979). Los libros de Osito, escritos por Else Holmelund Minarik e ilustrados por Sendak, se convirtieron también en una exitosa serie televisiva.
En 2003 Sendak (como autor de las ilustraciones) y Tony Kushner (como autor del texto) publicaron Brundibar, una nueva versión en inglés de la ópera para niños del compositor Hans Krása, que niños judíos representaban en el campo de concentración de Theresienstadt, Checoslovaquia. Esta versión de Sendak y Kushner de Brundibar ha sido llevada al escenario en 2003 y 2005.
Sendak fue galardonado con la medalla Caldecott en 1964 por su libro Donde viven los monstruos y con el Caldecott Honor Books por La cocina de noche en 1971. En 1970 recibió el Premio Hans Christian Andersen de ilustración por el conjunto de su obra y, en 2003, el Premio Internacional de Literatura Infantil en Memoria de Astrid Lindgren junto con la escritora austríaca Christine Nöstlinger.




























































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